Imagen visible, nacimiento profunda borrasca Alexandra. 8 diciembre 2014, 14:49 UTC.

Borrasca Alexandra y las bombas meteorologicas. En las últimas dos jornadas hemos asistido al nacimiento de una espectacular borrasca en las aguas más septentrionales del Atlántico Norte, y que ha dado origen a un sensacional temporal de vientos y mar que hoy azota a Irlanda y Reino Unido.

Encabezando esta noticia se encuentra una imagen visible de las 14:49 UTC del pasado 8 de diciembre de 2014, en que podemos observar el inicio del proceso de ciclogénesis explosiva al sur de Groenlandia, con la borrasca en formación, y presentando en esos momentos varios vórtices, señalados con asteriscos de color blanco.

Antes de seguir, queremos guiarte al hilo de recopilación de información respecto de esta borrasca, en el foro de debate de este portal, en donde podrás ampliar todos los datos aportados en la presente noticia.

Ciclogénesis explosiva, bombogénesis, bomba meteorológica…

Este es un tema recurrente cada año, cuando nos encontramos inmersos en la temporada de formación de profundas borrascas invernales en el Atlántico Norte, por el uso frecuentemente incorrecto y sensacionalista que se les da a estos conceptos, todos ellos referidos al mismo proceso meteorológico.

Una ciclogénesis explosiva o bombogénesis es un proceso meteorológico por el cual se forma una borrasca muy profunda en un periodo de tiempo relativamente corto; es decir, la borrasca que se forma a partir de este proceso sufre una caída de presión, o profundización, muy significativa en un periodo de tiempo relativamente corto. Y la borrasca así formada puede recibir el nombre de bomba meteorológica, como la están denominando fuera de nuestro país, weather bomb.

De forma más técnica, existen criterios para evaluar estos procesos, y así poder identificarlos correctamente.

Se trata de valores umbral para poder definir un proceso de ciclogénesis como explosiva: Sanders-Gyakum (1980) las definieron como aquellas en las que la caída de la presión central en superficie en un periodo de 24 horas, es superior a 24 • senα / sen60, siendo α la latitud promedio del centro de la baja durante ese periodo (18 hPa / 24 horas, para 41º), siendo igualmente válidos, múltiplos de este ratio, es decir, la mitad del valor obtenido, para un periodo de 12 horas en vez de 24.

Otro criterio similar es el Carlson (1991), que establece un valor de 12 hPa / 24 horas, para 45º de latitud, siendo estos umbrales referidos a ciclogénesis atlánticas.

Por lo tanto, nuestra recomendación cada año es la de informarse de forma adecuada antes de intentar llevar estos conocimientos al público en general a través de medios de comunicación de gran alcance.

La borrasca Alexandra.

Otro tema controvertido es le de asignar nombres a las borrascas, por la confusión a la que se puede llevar al público en general, y que las puede confundir con ciclones tropicales (ya ha ocurrido).

De ahí que a primeros de año nos viésemos obligados a publicar esta noticia. Y es que creemos que la Organización Meteorológica Mundial debe de regular esta práctica de asignar nombres a las borrascas, de modo que se pueda estandarizar (en USA se asignan unos nombres; en Europa, otros) y evitar la confusión.

Nacimiento de Alexandra a través de imágenes IR + RGB. Crédito: EUMETSAT.

La borrasca Alexandra, cuyo nacimiento y evolución podemos contemplar arriba, ha cumplido todos estos requisitos, y generado también polémica.

Fenómenos destacados.

Los valores de presión mínima alcanzados por esta profunda borrasca han sido bajos, pero no inusualmente bajos, con valores en torno a los 940 hPa. En esta época del año es habitual que estos procesos den origen a borrascas muy profundas con valores incluso inferiores a este.

Sin embargo, el temporal de vientos y mar asociado a esta borrasca sí está siendo muy relevante, y no por la profundidad de la borrasca en sí misma sino por su interacción con un anticiclón dinámico muy potente.

Mapa de superficie y frentes, 9 diciembre 2014, análisis de las 00 UTC. Crédito: OPC.

En este mapa de superficie de ayer a las 00 UTC podemos observar la diferencia de presión entre el centro de la borrasca y el centro del anticiclón (ver línea negra), y que es de ¡102 hPa en unos 2500 km!

Este gradiente de presión, muy marcado, ha dado origen a vientos huracanados en todo este sector, cuya influencia sobre el océano ha provocado un temporal de olas gigantes.

Oleaje previsto 33 horas anteriores al 10 diciembre 2014, 9UTC.

Olas de alturas superiores a los 17 m. que hoy están impactando contra las costas de Irlanda y norte del Reino Unido (Escocia).

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Este es un ejemplo de cómo medios de comunicación han seguido y explicado al público el fenómeno.


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