El agujero de ozono antártico alcanza su máximo anual (16-09-2013)

El agujero de ozono antártico alcanzó su máximo anual el pasado 16 de septiembre de 2013, según las estimaciones realizadas por la NASA y que se han públicas en el último boletín de la Organización Mundial de la Meteorología sobre dicho proceso atmosférico.

Concretamente, el área máxima estimada fue de 24,0 millones de Kilómetros cuadrados, lo que supone (por ejemplo) un crecimiento respecto a 2012 y 2010 pero un retroceso respecto a 2011.

Estos datos son obtenidos a partir de observaciones en tierra y de valores recogidos por globos y satélites meteorológicos, según el Programa de Vigilancia Global de la OMM, que cuenta con una extensa red de estaciones en el continente antártico.

El dato, que no deja de ser preocupante, avala al menos la tendencia a la estabilización e incluso a una cierta disminución del agujero antártico desde los años 1990.

Como se muestra en la siguiente gráfica obtenida el tercer boletín sobre el ozono antártico realizado por la OMM, desde 2003 no se ha vuelto a batir el registro máximo estimado y se aprecia una estabilización del área debilitada en aquella región del Planeta.

El agujero de ozono antártico alcanza su máximo anual (16-09-2013)

Desde la década de los años 1980, la capa de ozono antártico se había ido debilitando, hasta el punto de perder un 70 % de su nivel de concentración normal.

Como sabemos, este agujero se hace más extenso en la primavera del Polo Sur, entre septiembre y noviembre. Y es en la Antártida donde se debilita más la capa de ozono debido a que las fuertes rachas de viento allí dominantes generan corrientes de aire muy frío, que conducen a esos niveles de la atmósfera a temperaturas extremadamente bajas.

El agujero de ozono antártico alcanza su máximo anual (16-09-2013)

El agujero de ozono antártico alcanza su máximo anual (16-09-2013)

En esas condiciones los compuestos cloroflurocarbonados (CFC) actúan de manera más activa contra las moléculas de ozono, reduciendo su presencia y favoreciendo el crecimiento del famoso agujero.

En el  Polo Norte, sobre el Ártico, la geografía de aquella zona del Planeta, no favorece esas condiciones de temperaturas tan extremas en la capa donde se concentra el ozono, teniendo menos impacto la presencia de los CFC.

Por lo que se deduce de las observaciones de los últimos años, a raíz del cumplimiento de las políticas propuestas por los países que firmaron el Protocolo de Montreal, la emisión de CFC bajó de forma drástica en todo el Planeta y ello se ha traducido en la comentada estabilización del agujero de ozono antártico.

Referencia:

http://www.wmo.int/pages/prog/arep/documents/ant-bulletin-3-2013.pdf

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