Estado de las reservas hidráulicas y balance pluviométrico año 2013-2014

Finaliza el año hidrológico (transcurre del 1 de octubre al 1 de septiembre) y es momento de hacer un primer balance del comportamiento pluviométrico de la temporada. Según los últimos datos de AEMET la precipitación media en España fue de 536 litros por metro cuadrado (a la espera del cierre de balance definitivo).

El registro está solo ligeramente por debajo de la media, pero la irregularidad en la distribución de esas lluvias enmascara el gran déficit pluviométrico generado en buena parte de la cuenca mediterránea peninsular. Sin embargo, desde el Magrama, recuerdan en que las reservas hidrológicas son suficientes para atender la demanda de agua de los próximos meses.

Precipitación media durante 2013-14

Aunque pronto contaremos con una información más completa y desglosada, desde el comienzo del año hidrológico (del 1 de octubre al 1 de septiembre) la precipitación media nacional ha sido de 536 mm, mientras que la media histórica para este periodo es de 569 mm según los datos recopilados por AEMET y transmitidos por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama).

Reparto de las lluvias muy desigual

Como se muestra en el mapa de AEMET que encabeza la noticia, el cual que recoge la precipitación acumulada en España desde el pasado 1 de septiembre de 2013, la distribución ha sido muy desigual.

Mientras la mayor parte de la cornisa cantábrica ha registrado en sus observatorios valores medios por encima de lo habitual, en el Este y sobre todo en el extremo Sudeste peninsular la lluvia ha sido muy escasa.

Estado de las reservas hidráulicas y balance pluviométrico año 2013-2014

Por ejemplo, Alicante ha registrado 60 litros/m2 frente a 277 litros/m2 que es el valor medio entre 1971-2000; Málaga (183 frente a 499), Murcia (86 frente a 259)  y Valencia (130 litros frente a los 382 de media).

Agua embalsada

Respecto al agua embalsada, desde el MAGRAMA se indica que pese a la escasez de precipitaciones en determinadas zonas no se esperan problemas importantes en cuanto a la satisfacción normal de las demandas en los próximos meses.

Estado de las reservas hidráulicas y balance pluviométrico año 2013-2014

Concretamente, en las cuencas del Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir y Ebro el nivel de las reservas se encuentra muy alejado de lo que se considera una sequía hidrológica. Por su parte el estado de la demarcación del Segura puede calificarse de normal y la del Júcar como  favorable. El resto de cuencas se encuentra en una mejor situación.

La reserva  hidráulica española está al 67,7% de su capacidad total. Actualmente hay 37.442 hectómetros cúbicos de agua embalsada. Por zonas, la situación actual es la siguiente:

  • Cantábrico: 61,1%
  • Miño-Sil: 67,5%,
  • Galicia Costa: 73,7%
  • Cuencas internas del País Vasco: 76,2%
  • Duero: 74,0%
  • Tajo: 55,8%
  • Guadiana: 76,6%
  • Cuenca Atlántica Andaluza: 76,3%
  • Guadalquivir: 75,4%
  • Cuenca Mediterránea Andaluza: 61,3%
  • Segura: 62,8%
  • Júcar: 41,7%
  • Ebro: 70,1%
  • Cuencas internas de Cataluña: 79,9%

Índice de Sequía SPI

Para conocer de forma objetiva si podemos hablar de sequía en determinadas zonas de nuestro territorio, debemos consultar denominado Índice de Precipitación Estandarizado (SPI, sigla de su nombre en inglés: Standardized Precipitation Index).

Este mapa, nos muestra la situación actual en la perspectiva de todo el año hidrológico que ahora concluye: Estado de las reservas hidráulicas y balance pluviométrico año 2013-2014

Según podemos leer en la guía interpretativa de AEMET, este índice de sequía SPI se define como un valor numérico que representa el número de desviaciones estándar de la precipitación caída a lo largo del período de acumulación de que se trate, respecto de la media, una vez que la distribución original de la precipitación ha sido transformada a una distribución normal.

De este modo se define una escala de valores que se agrupa en tramos relacionados con el carácter de la precipitación.

Este índice fue diseñado con objeto de dar cuenta de las distintas maneras en que el déficit de precipitación afecta a los diferentes sistemas de recursos hídricos (humedad del suelo, aguas superficiales, aguas subterráneas, etc.).

Según Francisco Sánchez Gallardo, «la sequía meteorológica puede definirse en función del grado de falta de agua, expresado a través de la reducción porcentual con respecto a la pluviometría media anual o estacional a largo plazo.

Esta definición admite múltiples variaciones, puesto que su significado puede ir ligado a las condiciones propias de una región y depende de la actividad humana en relación a la cual se valora la pluviometría. La sequía agrícola se refiere a una situación tal que la escasez de humedad en el suelo, durante un tiempo no excesivamente largo, produce un daño particular en un determinado cultivo.

La sequía hidrológica ocurre cuando el suministro de agua en la superficie y en el subsuelo es inferior a lo normal. El aspecto socioeconómico de la sequía surge cuando el suministro de agua es tal que empieza a afectar a la población