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La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera registró un crecimiento récord durante 2015. Concretamente, el incremento detectado en el Observatorio de Mauna Loa (Hawai, Estados Unidos) fue de 3,05 partes por millón, el mayor dato de una serie de 56 años.

El dato más reciente (febrero de 2016) indica que el nivel de CO2 en la atmósfera está por encima de los 402,59 ppm en dicho observatorio, un lugar de referencia por sus peculiaridades climáticas y geográficas para el seguimiento del gas que más contribuye al efecto invernadero en nuestra atmósfera.

Mauna Loa, un observatorio de referencia

Los científicos de la OMM cuentan con una red mundial de estaciones para la medición de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera.

La más representativa, por sus óptimas condiciones para la medición de este gas, es la ubicada en Mauna Loa (a 3.400 metros de altura en Hawai), la cual registró por primera vez en marzo de 2013 la histórica superación del umbral de las 400 ppm.

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Observatorio de Mauna Loa

Cuarto aumento consecutivo de 2 ppm

El dato de 2015 supone que sea la cuarta vez consecutiva que se constata un aumento de CO2 superior a 2,00 partes por millón. Un dato preocupante, que constata que lo ocurrido el año pasado no es un hecho aislado ni una observación anecdótica.

Para los responsables de este observatorio de la NOAA, desde hace cientos de miles de años los niveles de este gas de efecto invernadero no habían aumentado con tanta rapidez. Concretamente, la última vez que el planeta Tierra experimentó un aumento de CO2 tan significativa tuvo lugar hace unos 17.000 años.

Situación actual

En enero y febrero de 2016 la concentración mensual media de CO2 en el planeta superó el umbral simbólico de 400 ppm. En febrero, el nivel estaba en 402,59 ppm, según la NOAA.

Por hacer una comparativa, Hasta que llegó la revolución industrial y se instaló el uso masivo de energías fósiles, esta tasa no superó los 300 ppm durante al menos 800.000 años.

Forzamiento radiativo

Según el Informe, entre 1990 y 2015 se ha registrado un incremento del 36 % del denominado forzamiento radiativo, una medida del efecto del calentamiento de nuestro Planeta debido a los gases de efecto invernadero.

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Y es que además del CO2, los otros gases de efecto invernadero experimentaron un aumento de sus niveles en la troposfera.

¿Por qué aumentó el CO2?

Ese crecimiento imparable tiene su explicación según los datos de la OMM en el incremento constante de las emisiones del dióxido de carbono junto a que se ha detectado una reducción de la cantidad de CO2 absorbida por la biosfera de la Tierra.

Como sabemos, se estima que una cuarta parte de las emisiones totales de CO2 las absorben los océanos y otro tanto la biosfera.

Pero según diversos estudios científicos y los informes de la propia OMM el ritmo actual de acidificación de los océanos (desconocido al menos en los últimos 300 millones de años) ha contribuido a que los océanos no puedan admitir más dióxido de carbono.

El efecto invernadero clave en el aumento de la temperatura de la Tierra

Este dióxido de carbono está considerado junto al vapor de agua y otros gases como el metano, el óxido de nitrógeno, el ozono y los clorofluorocabonos (únicos compuestos artificiales) como uno de los responsables del denominado efecto invernadero de la atmósfera. Siendo el CO2, el que más importancia tiene en dicho proceso.

Aunque gracias estos gases, es posible vivir en la Tierra dado que proporcionan una temperatura óptima en gran parte de las zonas pobladas del Planeta su concentración por encima de los niveles considerados normales provoca un sobrecalentamiento de la atmósfera, al no dejar escapar en demasía el calor que el Sol nos envía.

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Como sabemos, la retención excesiva de radiación infrarroja que proporciona una presencia anormal de estos gases, ha hecho aumentar la temperatura del Planeta que está ascendiendo de forma peligrosa en las últimas décadas.

Se estima que sin el efecto invernadero la temperatura media de la Tierra sería unos 33 ºC inferior a la actual, es decir una temperatura media de aproximadamente -18 ºC lo que haría inviable la vida para el ser humano.

Amplía información: http://library.wmo.int/pmb_ged/ghg-bulletin_11_en.pdf