Las nubes y su relación con el calentamiento global han sido objeto de muchos estudios de investigación en los últimos años. En esos trabajos, ha quedado demostrado que la cobertura nubosa se ve afectada por el calentamiento de la atmósfera, tanto en su distribución como en el porcentaje de superficie que ocupa.

Ahora, un nuevo estudio de investigación indica que el aumento de la temperatura global del Planeta previsto por los distintos modelos meteorológicos será mayor que lo estimado, debido a que dichas herramientas no tienen en cuenta la presencia de las nubes las cuales provocan la retención del calor en la superficie de la Tierra.

El CO2 sí, las nubes no

Las predicciones que conocemos sobre la evolución de la temperatura global de la Tierra trabajan con la concentración del dióxido de carbono como principal parámetro para hacer un análisis a largo plazo.

Sin embargo, las nubes pueden ser un factor casi igual de determinante pues como sabemos la cobertura nubosa actúa como una capa retenedora del calor de la superficie terrestre.

Las nubes y el efecto invernadero

Por ejemplo, si nos vamos al campo de la meteorología, de todos es sabido que las noches despejadas de invierno son las que presentan un mayor riesgo de heladas en las zonas frías; mientras que la aparición de las nubes durante las horas nocturnas amortiguan la pérdida del calor ganado durante el día por la tierra, provocando que las mínimas sean menos bajas.

Es decir, algo similar a lo que se conoce como efecto invernadero, proceso por el cual una serie de gases presentes en la atmósfera de forma natural o producidos por actividad humana, absorben el calor llegado por la superficie de la Tierra y lo re-irradian a las capas bajas de la atmósfera en todas las direcciones, provocando un aumento de la temperatura de la troposfera.

Un aumento de 5,0 ºC a 5,3 ºC

Según el estudio de investigación realizado por la Universidad de Yale y publicado en la revista científica Science, si hasta ahora se daba por válida un progresión de la temperatura en las próximas décadas de entre 2,0 ºC y 4,6 ºC, el hecho de contar con las nubes subiría la horquilla a 5,0 ºC – 5,3 ºC.

Además, los científicos advierten que la subida de las temperaturas está provocando que el porcentaje de nubes con presencia de gotícolas de agua aumente respecto a las que contienen cristales de hielo, favoreciendo el proceso de efecto invernadero, lo que reforzaría la corrección al alza de la previsión de temperatura.