La cuenca de Sichuan convertida en un lago de contaminación

La cuenca de Sichuan convertida en un lago de contaminación

Según Wikipedia, la cuenca de Sichuan, llamada también cuenca Púrpura o Roja (en chino, 四川盆地; pinyin, Sìchuān péndì) es una depresión geográfica del Asia Central, una de las cuencas más grandes de China. Es una región de tierras bajas localizada en el suroeste del país y comprende la parte central y oriental de la provincia de Sichuan, así como la municipalidad de Chongqing (que era, hasta 1997, una parte de Sichuan). Debido a su relativa llanura y a sus tierras fértiles, está densamente poblada, con más de 100 millones de habitantes.

Hace cientos de millones de años, la cuenca de Sichuan, albergaba un enorme lago de agua dulce, aproximadamente tres veces el tamaño del lago Superior (USA), que era frecuentado por dinosaurios. Hace mucho tiempo que el lago se secó y la cuenca moderna se ha convertido en una tierra de colinas onduladas y tierras de cultivo fértiles. Ahora, en lugar de agua, algo se acumula en la cuenca con mayor frecuencia: contaminación y calima.

Dos bloqueos anticiclónicos con múltiples consecuencias

Dos bloqueos anticiclónicos con múltiples consecuencias

Dos bloqueos anticiclónicos traerán múltiples consecuencias en nuestra atmósfera, si se cumplen los pronósticos. Y deberían resultar beneficiosas para el régimen pluviométrico de España, entre otros factores.

El mapa de altura geopotencial de 500 hPa, con sus respectivas anomalías, para el hemisferio norte, muestra fenómenos muy interesantes. Por un lado, dos bloqueos atmosféricos muy significativos. Uno sobre la región de Alaska, y que es enorme, y otro en las cercanías de la Escandinavia. Ambos están teniendo efectos en el patrón meteorológico de buena parte del hemisferio. Vamos a contaros en qué consisten.

Un sol rectangular

Un sol rectangular

Un sol rectangular: un documento gráfico único que tuvo con esta puesta de sol tan especial el 23 de enero de 2014 en la playa de Saquerama, en Río de Janeiro, Brasil.

Cuando nuestra estrella llegaba al horizonte al finalizar el día, su forma esférica habitual se tornó en un rectángulo, para perplejidad de los observadores.

Aunque poco usual por su particular forma geométrica, este fenómeno óptico por el que el sol se deforma en el ocaso ocurre con cierta frecuencia cuando en este momento se da algún proceso de inversión térmica o de humedad en la zona.