Nivel de la superficie, temperatura del aire a 2 metros y líneas de flujo. Aplicación Earth Null.

Nivel de la superficie, temperatura del aire a 2 metros y líneas de flujo. Aplicación Earth Null.

Ha ocurrido durante esta mañana; tal como anticipábamos hace un par días, la temperatura del aire en el Polo Norte ha superado los 0ºC, algo insólito cuando estamos en pleno invierno y cuando allí la noche ahora dura 24 horas. Mientras tanto, en Islandia hoy han sufrido el paso de una borrasca con una presión mínima estimada de 928 hPa.

En la figura superior, generada con la fantástica aplicación Earth Wind Map, se muestra a nivel de la superficie, tanto la temperatura del aire como las líneas de flujo. Justo coincidiendo con el Polo Norte, en el pequeño círculo de color verde, la temperatura era de +1,1ºC en el análisis del modelo meteorológico GFS a las 03 UTC de hoy.

A través del coloreado y de las líneas de flujo, se observa cómo masas de aire cálido han sido transportadas desde el Atlántico y el Mediterráneo hasta penetrar en el Círculo Polar Ártico, merced a la profunda anomalía atmosférica a la que hacíamos referencia en nuestra anterior entrada.

En medio de esta advección cálida estaba el archipiélago Svalbard, pertenecientes a Noruega, y dentro del océano Glacial Ártico, que ayer registraba una temperatura máxima de +8,7ºC, y batiendo su récord de temperatura máxima para un mes de diciembre. El récord anterior era de +7,2ºC, registrado el 4 de diciembre de 1995.

Esto nos permite hacernos una idea de la magnitud de la anomalía. Un suceso, que por otra parte, ha sido muy comentado en los medios de comunicación, llevándonos a la portada de Menéame, o siendo parte de mención por personas muy populares como Roberto Brasero, Presentador del Tiempo de Antena 3 TV, o el gran aventurero Jesús Calleja.

Afortunadamente, el periodo de tiempo en que la temperatura en el polo ha estado por encima de 0ºC ha sido muy corto. Y aunque el bloqueo atmosférico va a persistir, estas temperaturas parece que no van a volver a registrarse, al menos por el momento.

Récord de presión más baja medida en Islandia.

Y mientras esto sucedía, la actividad ciclogenética en el Atlántico Norte seguía siendo muy significativa, con la formación de una borrasca muy profunda, a la que la Agencia Británica de Meteorología Met Office bautizaba con el nombre de Frank y cuya presión ha descendido hasta los 928 hPa, según estimaciones (veremos lecturas en tierra más adelante).

Campo isobárico de superficie y frentes, análisis de las 06 UTC de hoy, 30 diciembre 2015. Crédito: NOAA/OPC.

Campo isobárico de superficie y frentes, análisis de las 06 UTC de hoy, 30 diciembre 2015. Crédito: NOAA/OPC.

Una de las borrascas más intensas del año, y que se engloba dentro de una amplia región depresionaria que incluye otros centros de baja presión menos profundos. Su enorme tamaño ha dejado a buena parte de Europa Occidental bajo su radio de acción.

Imagen infrarroja y falso color RGB de la borrasca Frank

El centro de la borrasca ha pasado esta mañana por Islandia, dejando impresionante vendaval. Gracias al Centro de Predicción Oceánica del NOAA y al satélite GOES-15 de los servicios meteorológicos estadounidenses podemos conocer el aspecto que tenía esta mañana a las 07 UTC.

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Y con varias pasadas del satélite Jason-2 de la NASA, que pertenece a la Misión de Topografía de la Superficie Oceánica, Ocean Surface Topography Mission, se ha podido detectar el fenomenal temporal marítimo que los intensos vientos han provocado al este de Islandia, con una altura máxima de ola significativa de 17 metros.

Pues bien, según el Servicio Islandés de Meteorología, sus estaciones meteorológicas han medido un valor mínimo de presión a nivel del mar de 930 hPa, cuando la más baja medida hasta hoy habían sido 936 hPa el 27 de enero de 1901. Según este dato, por tanto, tenemos un nuevo récord…..

¿Está bien culpar de estas anomalías al Cambio Climático?

Es la pregunta del millón… Y es lo que estamos escuchando, de forma incansable, en los medios de comunicación.

Sin embargo, insistimos: debemos fijarnos en la sucesión de anormalidades meteorológicas más que en fenómenos concretos, al hablar de Cambio Climático. Un fenómeno concreto no puede achacarse al Cambio Climático. Por otro lado, una sucesión de fenómenos anormales sí podría ser un indicador válido.

Por eso, en lo que a nosotros respecta, ni nos lo oiréis decir, ni leer… pero el hecho de que se estén batiendo récords continuamente, que se estén sucediendo episodios meteorológicos extraordinarios… el aumento de la frecuencia e intensidad de los mismos… sin duda manifiesta una tendencia alarmante e inquietante que ahí está.

Lo que sí parece más o menos claro es que el fenómeno climático de El Niño, de una intensidad inusitada este año y solo equiparable al del caso de 1997-1998, está detrás de los desajustes actuales.