La NASA nos trae esta increíble simulación, entre el 1 de agosto y el 1 de noviembre, en que se observa la interacción entre los distintos huracanes formados, y los aerosoles que los circundan (partículas de sal, polvo en suspensión y humo) en cada una de sus particulares condiciones y áreas de formación.

De especial interés para nosotros tiene la parte de la misma en que surge Ophelia, y la evolución de los terribles incendios de Galicia y Portugal y sus gigantescos penachos de humo. A continuación te contamos cómo interpretar esas alucinantes imágenes. [Por cierto, puedes ver el título con subtítulos en español, pulsa en la rueda dentada de opciones de YouTube que ves en la parte inferior del vídeo y elige español].

Rastreo de aerosoles en tierra y agua

Rastreo de aerosoles en tierra y agua desde el 1 de agosto hasta el 1 de noviembre de 2017. Los huracanes y las tormentas tropicales son evidentes por las grandes cantidades de partículas de sal marina atrapadas por sus vientos arremolinados. Sin embargo, el polvo que sopla del Sáhara queda atrapado por las gotas de agua y es expulsado del sistema de tormentas. El humo de los incendios masivos en la región del noroeste del Pacífico de América del Norte atraviesa el Atlántico hacia el Reino Unido y Europa. Esta visualización es el resultado de combinar datos satelitales de la NASA con sofisticados modelos matemáticos que describen los procesos físicos subyacentes.

Música: Elapsing Time por Christian Telford [ASCAP], Robert Anthony Navarro [ASCAP]

El seguimiento de los aerosoles transportados por los vientos permite a los científicos ver las corrientes en nuestra atmósfera. Esta visualización sigue la sal marina, el polvo y el humo desde el 31 de julio hasta el 1 de noviembre de 2017, para revelar cómo estas partículas se transportan a través del mapa.

Polvo del desierto, humos de incendios, Ophelia…

Lo primero que se nota es qué tan lejos pueden viajar las partículas. El humo de los incendios en el noroeste del Pacífico queda atrapado en un patrón meteorológico y atraviesa todo el territorio de los EE. UU. y llega a Europa. Los huracanes se forman en la costa de África y cruzan el Atlántico para tocar tierra en los Estados Unidos. El polvo del Sáhara sopla hacia el Golfo de México. Para comprender los impactos de los aerosoles, los científicos deben estudiar el proceso como un sistema global.

La Oficina Global de Modelado y Asimilación (GMAO) del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA ha desarrollado el Sistema de Observación de la Tierra Goddard (GEOS), una familia de modelos matemáticos. En combinación con los datos de los satélites de observación de la Tierra de la NASA, las simulaciones de supercomputadora mejoran nuestra comprensión científica de procesos químicos, físicos y biológicos específicos.

Irma y Ophelia

Durante la temporada de huracanes de 2017, las tormentas son visibles debido a la sal marina que es capturada por las tormentas. Los fuertes vientos en la superficie elevan la sal del mar a la atmósfera y las partículas se incorporan a la tormenta. El huracán Irma es la primera gran tormenta que se genera en la costa de África. A medida que la tormenta gira, el polvo del Sáhara se absorbe en las nubes y se elimina de la tormenta como lluvia.

Este proceso ocurre con la mayoría de las tormentas, a excepción del huracán Ophelia. Formando más hacia el norte que la mayoría de las tormentas, Ophelia viajó hacia el este recogiendo el polvo del Sahara y el humo de los grandes incendios en Portugal. Al mantener su estado de tormenta tropical más al norte que cualquier sistema en el Atlántico, Ophelia transportó el humo y el polvo a Irlanda y el Reino Unido.

Las simulaciones por computadora que usan los modelos GEOS permiten a los científicos ver cómo los diferentes procesos encajan y evolucionan como un sistema.

Al utilizar modelos matemáticos para representar la naturaleza, podemos separar el sistema en partes componentes y comprender mejor la física subyacente de cada uno. GEOS se ejecuta en la supercomputadora Discover en el Centro de Simulación Climática de la NASA (NCCS).