Banquisa ártica en el día que alcanzó su máximo en 2019

El máximo anual de la banquisa ártica en 2019 ya se ha alcanzado. Según los datos del National Snow and Ice Data Center, el pasado 13 de marzo se midió un área de 14,78 millones de kilómetros cuadrados.

Se podría decir que es un dato positivo, pues se trata de una superficie equivalente a la que se midió en 2007, la séptima más baja del registro histórico.

Séptimo valor más bajo del registro

Según los datos del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de la NASA, el registro máximo que se ha estimado satelitalmente en el Polo Norte ha quedado como el séptimo más bajo desde que hace 40 años empezara a llevarse a cabo este registro.

En cualquier caso, la banquisa ártica sigue mostrándose débil, con valores bastante más bajos que unas décadas atrás.

Datos concretos

Concretamente, la extensión máxima de este año quedó 860.000 kilómetros cuadrados por debajo del promedio máximo de 1981 a 2010, que por hacer una comparativa se trata de una superficie equivalente a la del Estado de Texas.

Para los científicos del NSIDC, el hecho de que la extensión máxima de 2019 rompa una serie de mínimos de récord o de casi récord que comenzaron en 2015, no significa necesariamente que el hielo marino del Ártico se esté recuperando.

Se sigue observando una disminución sostenida

Desde la NASA nos indican que «si bien este año no fue un récord, la extensión máxima todavía apunta a una disminución sostenida en el hielo marino de invierno. Esta temporada, las temperaturas en el Ártico fueron un poco más altas que el promedio y se registró mucha pérdida de hielo en el mar de Bering, pero nada de este invierno fue tan extremo en comparación con los últimos años y los mínimos históricos«.

El hielo más viejo sigue disminuyendo

En el último informe hecho público esta semana, se indica que el aumento de las temperaturas en el Ártico durante las últimas décadas también ha reducido la capa de hielo marino.

Es especialmente preocupante el caso del hielo multianual, el hielo más viejo y más grueso del Ártico, que actuó como un bastión contra la fusión para el resto de la capa de hielo marino, casi ha desaparecido.

Una imagen del Mar de Barrow este invierno

De ello habla un estudio realizado en 2018 por Ron Kwok quién descubrió que el 70 % de la bolsa de hielo ahora consiste en hielo estacional: hielo marino que crece rápidamente en el invierno y se derrite durante el próximo verano.

Aumenta el hielo estacional

El hielo estacional representa en estos momentos la fracción mayor de la cubierta de hielo marino del Ártico. Debido a que este hielo joven es más delgado y crece más rápido en el invierno, es más sensible al clima y hace que la cubierta de hielo marino responda de manera diferente que antes.

Para los expertos, no es que sepamos a ciencia cierta que no veamos nuevos mínimos récord de invierno o verano en los próximos años, sino que la variabilidad va a ser mayor.