Los ciclones se acercan a tierra mientras sus trayectorias se desplazan hacia el polo y el oeste

Los ciclones tropicales se están acercando a tierra firme a medida a consecuencia del calentamiento global de la atmósfera.

Algo que, a muchos, nos parece una percepción habida cuenta de la cantidad de huracanes, tifones o ciclones que han tocado tierra en los últimos años, sería una realidad y tendría una explicación científica.

La afirmación se basa en un nuevo análisis estadístico del Imperial College de Londres.

Las tormentas tropicales más fuertes y más cerca de tierra

El trabajo publicado en Science demuestra que los ciclones se acercan a tierra mientras sus trayectorias se desplazan hacia el polo y el oeste.

Es decir, sería de esperar un aumento del riesgo de estas tormentas dañinas para las poblaciones costeras de todo el mundo.

En el estudio estadístico se describe que en las últimas décadas se ha observado que estas tormentas son cada vez más fuertes y se producen en latitudes más altas que en el pasado.

Más estudios al respecto

No es el único estudio de investigación que obtiene una relación calentamiento global – comportamiento anómalo de la actividad ciclónica.

Otros estudios han determinado que el número de ciclones tropicales ha aumentado desde 1980 en el Atlántico Norte y el Pacífico Central.

En cambio, estos han disminuido en el Pacífico Occidental y en el Océano Índico Sur.

Cómo se ha realizado el estudio

Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron la actividad global de los ciclones tropicales durante el periodo 1982-2018, descubrieron que, además de su migración hacia los polos, la actividad de los ciclones se ha ido acercando a la tierra en todo el mundo.

Datos concretos

La distancia entre el punto de máxima intensidad de cada tormenta y la tierra ha disminuido aproximadamente 30 kilómetros por década.

Y, por otra parte, el porcentaje de ciclones tropicales que entran en las regiones costeras (definidas como la zona de alta mar con una distancia a la tierra más cercana inferior a 200 kilómetros) también ha aumentado cada década, afirman.