Hay evidencias de que el calentamiento global ayudó a transmitir el SARS-CoV-2, el virus causante de la pandemia de Covid-19

El calentamiento global podría haber tenido un papel importante en la transmisión del Covid-19 desde el Sur de China al resto del Planeta.

Un estudio de investigación publicado en Science of the Total Environment demuestra que el calentamiento global produjo cambios en el ecosistema de aquella parte de Asia decisivos en la generación y transmisión del virus.

El efecto del cambio climático en los hábitats

De sobras es conocido que el aumento de la temperatura global del Planeta está alterando no solo los patrones climáticos sino la estabilidad de ciertos hábitats.

Precisamente, en el Sudeste asiático, favorece la multiplicación de murciélagos transmisores de todo tipo de coronavirus.

Este nuevo trabajo que aludimos, explica la primera evidencia de un mecanismo por el cual el cambio climático habría jugado un papel directo en la aparición del SARS-CoV-2, el virus causante de la pandemia de Covid-19.

Calentamiento global, más murciélagos, más transmisión del Covid-19

En el estudio se explica que las emisiones globales de gases de efecto invernadero durante el último siglo crearon al sur de China el punto de acceso para los coronavirus transmitidos por murciélagos.

Allí, el aumento de la temperatura ha favorecido el crecimiento del hábitat forestal favorito de los quirópteros.

Más vegetación en el sudeste de China

El estudio demuestra que en los últimos años se han producido cambios a gran escala en el tipo de vegetación en la provincia de Yunnan.

Y no solo allí, en el sur de China, sino también las regiones adyacentes en Myanmar y Laos, a lo largo de las últimas décadas.

El aumento de la temperatura, la luz solar y el dióxido de carbono, han cambiado los hábitats naturales de matorrales tropicales a sabanas tropicales y bosques caducifolios.

Evolución de un hábitat que ahora es mucho más adecuado para distintas especies de murciélagos que viven predominantemente en los bosques.

Y como la cantidad de coronavirus en un área está estrechamente relacionada con la cantidad de diferentes especies de murciélagos presentes, se evidencia la dependencia.

100 tipos más de coronavirus

En el trabajo se hallaron otras 40 especies de murciélagos que se han trasladado a la provincia de Yunnan, en el sur de China, en el siglo pasado.

Dichas especies albergan alrededor de 100 tipos más de coronavirus transmitidos por murciélagos.

Entender el cambio en la distribución global de las especies de murciélagos a causa del calentamiento global, reconstruiría con éxito el origen del brote de Covid-19.

No hay que olvidar que la población mundial de murciélagos porta alrededor de 3.000 tipos diferentes de coronavirus.

Y cada especie de murciélago alberga un promedio de 2,7 coronavirus, la mayoría sin mostrar síntomas.

También hubo una mejora del hábitat de los pangolines

Además, la región identificada por el estudio también alberga pangolines, que se demostró que actuaron como huéspedes intermediarios del SARS-CoV-2.

Está admitido que el virus haya pasado de los murciélagos a estos animales, que luego se vendieron en un mercado de vida silvestre en Wuhan, donde ocurrió el brote humano inicial.

Por todo ello, los científicos insisten en que el cambio climático pueda acelerar la transmisión de patógenos de la vida silvestre a los humanos.

Este hecho, debería ser una llamada de atención urgente para reducir las emisiones globales.