El calentamiento global, la disminución del hielo y la ubicación de los polos relacionados

Otro estudio científico evidencia que el derretimiento del hielo en glaciares y océanos afecta a la ubicación de los polos magnéticos.

Es sabido que los polos norte y sur no son referencias estáticas en el tiempo, han ido pululando a lo largo de la vida de la Tierra.

Pero sin conocerse con exactitud qué mecanismos modifican su ubicación, sí hay investigaciones que demuestran que la disminución del hielo en la superficie terrestre le está afectando de forma más acentuada en los últimos años.

La forma en que se distribuye el agua, afecta a la deriva

La comunidad científica está de acuerdo en que la forma en que se distribuye el agua en la superficie de la Tierra es un factor decisivo, que impulsa la deriva.

Este último trabajo indica que el derretimiento de los glaciares redistribuyó suficiente agua para hacer que la dirección del desplazamiento polar girara y se acelerara hacia el este a mediados de la década de 1990.

El trabajo, publicado en Geophysical Research Letters, explica que el derretimiento más rápido del hielo bajo el calentamiento global fue la causa más probable del cambio de dirección de la deriva polar en la década de 1990.

La década de los 1990 un punto de inflexión en la ubicación de los polos

En esos años se produjo el intensivo derretimiento de los glaciares en Alaska, Groenlandia, los Andes meridionales, la Antártida, el Cáucaso y el Medio Oriente.

Este factor supuso el principal impulsor de los polos de la Tierra en una deriva repentina y rápida hacia 26 grados Este a un ritmo de 3,28 milímetros por año.

La intensidad del color en el mapa muestra dónde los cambios en el agua almacenada en la tierra (principalmente en forma de hielo) tuvieron el efecto más fuerte en el movimiento de los polos desde abril de 2004 hasta junio de 2020.

Los gráficos insertados trazan el cambio en la masa del glaciar (negro) y el cambio calculado en agua sobre tierra (azul) en las regiones de mayor influencia.

El derretimiento del hielo, clave en el cambio de los polos terrestres

Puesto que la Tierra gira alrededor de su eje como una peonza si se modifica su peso, esta gran peonza que sería nuestro planeta comienza a inclinarse y tambalearse a medida que cambia su eje de rotación.

Los investigadores determinaron las causas de las derivas polares a partir de 2002 basándose en datos del Experimento Climático y de Recuperación de Gravedad (GRACE), una misión conjunta de la NASA y el Centro Aeroespacial Alemán.

La misión recopiló información sobre cómo se distribuye la masa alrededor del planeta midiendo cambios desiguales en la gravedad en diferentes puntos.

Hallazgos muy concretos

El estudio indica que, en 1995, la dirección de la deriva polar cambió de sur a este.

La velocidad promedio de deriva de 1995 a 2020 también aumentó alrededor de 17 veces con respecto a la velocidad promedio registrada de 1981 a 1995.

Cómo realizaron el estudio

Para llegar a estas conclusiones, los científicos analizaron datos sobre la pérdida de glaciares y estimaciones del bombeo de agua subterránea y calcularon cómo cambió el agua almacenada en la tierra.

Descubrieron que las contribuciones de la pérdida de agua de las regiones polares es el principal impulsor de la deriva polar, aunque con contribuciones de la pérdida de agua en las regiones no polares.

En conjunto, toda esta pérdida de agua explicó el cambio hacia el este en la deriva polar.

Un cambio que no es perceptible por las personas

El cambio en el eje de la Tierra no es lo suficientemente grande como para afectar la vida diaria.

Podría cambiar la duración del día que experimentamos, pero solo en milisegundos.