Estambul (Turquía) se vio sacudida ayer por una violenta granizada provocada por el paso de una tormenta severa capaz de generar granizos del tamaño de pelotas de tenis. Tanto es así que hasta el Secretariado para el Cambio Climático de las Naciones Unidas se ha hecho eco en Twitter (vídeo arriba) ¿Nos suena de algo este granizo gigante? Vamos a analizar la situación atmosférica que le dio origen y a reunir los vídeos más extremos del fenómeno.

Algunas consideraciones sobre el origen y características de la tormenta.

Imagen infrarroja y campo de altura geopotencial de 300 hPa (líneas azul celeste), 27 de julio de 2017, 12 UTC. Crédito: eumetrain.

De forma similar a como ocurre en la Península Ibérica durante episodios de tormentas severas, la que afectó a Estambul tuvo origen en una profunda vaguada en altura (recordemos que los 300 hPa equivalen, en una atmósfera estándar, a unos 9900 m. de altitud) cuyo desplazamiento hacia el este fue promoviendo la propagación de las tormentas y su regeneración en forma de nuevos brotes hasta esta ciudad.

Con la herramienta Eport de Eumetrain tan solo podemos aproximarnos a las 12 UTC, unas pocas horas antes de que la tormenta afectase a Estambul. Con todo, podemos ver como los sistemas tormentosos ya se aproximaban, tras haber pasado por Bulgaria, y cómo estos se estaban formando en la zona más activa de la vaguada.

Radiosondeo previsto por el modelo GFS, salida de las 00 UTC del 27 de julio de 2017, para el mismo día a las 12 UTC.

El radiosondeo, generado a partir de la salida de las 00 UTC del 27 de julio, para las 12 UTC, ya permite detectar una atmósfera inestable, con significativos valores de CAPE (Energía Convectiva Potencial Disponible), muy poco CIN (Energía de Inhibición Convectiva), quizás valores poco significativos de SRH (helicidad, que por encima de un valor de 200 ya implica alta probabilidad de organización de la convección) y valores significativos de PWAT (Agua Precipitable Total).

También se detectan estratos en niveles medios relativamente secos. La presencia de intrusiones secas (estratos secos) acompañando a las tormentas se detectan también en imágenes de vapor de agua, no incluidas. Y son necesarias para que las tormentas sean capaces de generar granizo (ver ¿cómo se forma el granizo?).

Imagen infrarroja y y Agua Precipitable Total estimada vía satélite, 27 de julio de 2017, 12 UTC. Crédito: eumetrain.

Los altos valores de Agua Precipitable Total también se detectan con la herramienta Eport de Eumetrain, con valores estimados en Estambul en torno a 40 mm. que son valores muy elevados. No es de extrañar la descarga de lluvias torrenciales, además del granizo de tamaño descomunal.

Imagen infrarroja y falso color RGB, temperatura de los topes nubosos. 27 de julio de 2017, 16:45 UTC.

Por último, acompañamos la imagen de satélite del momento en que la tormenta pasa por Estambul. Se observa cómo la zona de los topes más fríos (estimados en torno a -54ºC) pasa prácticamente por la vertical de la ciudad. Ahí es donde se están produciendo las corrientes ascendentes más intensas, capaces de sustentar las piedras de granizo que al final caen por su elevado peso debido a su tamaño alcanzado.

A continuación, un tuit con la animación de las imágenes de radar y paso de la tormenta por la ciudad.

Los vídeos más impactantes de la granizada.

En el foro de debate hemos reunido algunos de los más espeluznantes colgados en YouTube.