Imagen visible de alta resolución de la bomba meteorológica (vulgarmente llamado «ciclón bomba») que se desarrolló ayer a lo largo de la Costa Este de los USA. Satélite SUOMI – NPP (sensor VIIRS) de la NASA. Características destacadas: 1, superficie nevada que llega hasta Florida. 2, calles de nubes formadas al contacto de la masa de aire gélido con el océano mucho más cálido. 3, centro de la borrasca y mesovórtices asociados. 4, frente frío. 5, frente ocluido. 4 de enero de 2018.

La Costa Este de los USA se ha visto azotada en las últimas 32 horas por el desarrollo explosivo de una profunda borrasca a la que allí han denominado como ciclón bomba (bomb cyclone) o bomba meteorológica. En definitiva, una profunda depresión que se ha formado a partir de un proceso de ciclogénesis explosiva y que ha azotado con violencia a toda esa zona, en forma de marejada ciclónica costera, vientos huracanados, temporal marítimo, y condiciones invernales muy adversas (blizzard) con nieve que ha llegado incluso hasta Florida.

En el foro de debate se abrió ayer un seguimiento de este episodio meteorológico que pasará a los anales de la meteorología americana, debido al ratio de intensificación sufrido por la depresión.

El proceso de Ciclogénesis Explosiva o Bombogénesis.

Gracias al satélite GOES-16 (ahora GOES-Este), podemos contemplar todo el proceso de formación de la extraordinaria borrasca a través de una animación de imágenes infrarrojas y falso color RGB.

También a través de una animación similar, pero con imágenes del canal visible y en modo día/noche, desde un poco más lejos, y por el mismo satélite meteorológico.

La borrasca sufrió un descenso de presión en su centro de 57 hPa en 24 horas, lo que excede y con mucho para esas latitudes el umbral exigido para hablar de ciclogénesis explosiva. De ahí que reciba la denominación de bombogénesis o bomba meteorológica.

Precisamente en la figura contenida en este tuit se puede observar esta circunstancia. El color azul oscuro representa caídas de presión iguales o superiores a 50 hPa en 24 horas.

Poniendo este fenómeno en perspectiva, cuesta trabajo encontrar otro similar en la historia americana, pero se ha hallado otro en fechas similares del año 1989.

Marejada ciclónica costera, vientos huracanados, ventiscas severas, nevadas…

Los efectos de la borrasca han sido muy intensos y extensos por toda la Costa Este y mitad oriental de todo el país. En Florida, la nieve y las heladas hacían acto de aparición en zonas donde no se veían desde hace 30 años o más.