La Tierra experimentó ciclos de sequedad seguidos de tormentas con lluvias masivas

La Tierra experimentó ciclos de sequedad seguidos de tormentas con lluvias masivas de cientos de kilómetros de ancho con auténticos diluvios en cuestión de horas.

Así lo afirma un estudio de investigación que trata de analizar lo ocurrió en épocas pasadas en nuestro planeta, pero que también quiere anticiparse a lo que podría ocurrir dentro de unos siglos.

Lluvias masivas tras calores y sequías extremos

Esta investigación realizada por científicos de la Universidad de Harvard ha tratado de asociar esas precipitaciones súbitas, intensas y duraderas a épocas de calor extremo llamadas ‘periodos de invernadero’.

En esos ciclos calurosos, la Tierra probablemente experimentó temperaturas 11 a 17 ºC más altas que en nuestros días.

Los investigadores hallaron que, en climas extremadamente cálidos, podrían ser habituales varios días sin lluvia en ninguna parte de las áreas afectadas pero que, de repente, una tormenta masiva acabaría formándose en casi toda la zona, dejando lluvias exageradamente intensas.

Luego, la calma llegaría otro par de días y se repetiría la tormenta generalizada.

El pasado puede ayudar a prever el futuro

La investigación no solo ha encontrado datos sobre lo que ocurrió en épocas pasadas, sino que también pretende ayudar a comprender los climas de los exoplanetas que orbitan estrellas distantes o incluso a lo que podría suceder en nuestro Planeta en un futuro.

Para realizar este análisis, los científicos, en un modelo atmosférico, elevaron la temperatura de la superficie del mar de la Tierra a 54 ºC, incrementando la concentración de CO2, aproximadamente 64 veces la cantidad actual en la atmósfera, o aumentando el brillo del sol en aproximadamente un 10 %.

Una atmósfera sorprendente

Constataron que cuando se alcanzan esas temperaturas, comienzan a suceder hechos sorprendentes en la atmósfera.

Si el aire cerca de la superficie se vuelve extremadamente cálido, la absorción de la luz solar por el vapor de agua atmosférico calienta el aire sobre la superficie y forma lo que se denomina como una «capa de inhibición«.

La capa de inhibición

Se trata de una barrera que evita que las nubes convectivas se eleven a la atmósfera superior y formen nubes de lluvia.

En cambio, toda esa evaporación se queda atascada en la atmósfera cercana a la superficie.

Paralelamente, se forman nubes en la atmósfera superior, por encima de la capa de inhibición, a medida que se pierde calor en el espacio.

Finalmente, la lluvia producida en esas nubes de los niveles superiores se evapora antes de llegar a la superficie, devolviendo toda esa agua al sistema.

Es como cargar una batería atmosférica enorme

Para los autores del estudio el similar sería como cargar una batería enorme.

Se genera una gran cantidad de aire frío en lo alto de la atmósfera y de evaporación y calentamiento cerca de la superficie, separados por esta barrera.

En cuanto algún mecanismo rompe dicha barrera y tanto el calor como la humedad de la superficie llegan a atmósfera superior, se crea una supertormenta masiva.

Las simulaciones indicaron que podía caer más lluvia en un período de seis horas que la provocada por algunos ciclones tropicales en los EE.UU. durante varios días.

Rain falling background water splash

Ciclos continuos de lluvias masivas, calores y sequías extremas

Este hecho sería cíclico: después de la tormenta, las nubes se disipan y la precipitación se detiene durante varios días mientras la batería atmosférica se recarga y el ciclo continúa.

Y aunque un aumento de 30 ºC en la temperatura de la superficie del mar es mucho más de lo que se predice para el cambio climático causado por el hombre, empujar los modelos atmosféricos a un territorio desconocido puede revelar cómo la Tierra es capaz de responder.