Un nuevo método para estimar las propiedades ópticas de las nubes, se convertirá en la mejor herramienta para que las plantas solares optimicen su exposición al astro rey y, por tanto, para producir energía con mayor eficiencia

Es evidente que la producción de los sistemas de energía solar depende en gran medida de la capa de nubes en su zona y que hasta ahora, los pronósticos en este sentido suelen simplificarse a términos como nublado, parcialmente nublado o despejado.

Una información que no precisa la cantidad de luz solar disponible y que por tanto no es del todo útil para las plantas solares.

Spectral Cloud Optical Property Estimation, or SCOPE

Hablamos de una nueva herramienta para estimar las propiedades ópticas de la nube utilizando datos de satélites lanzados recientemente.

Esta innovadora técnica se conoce como ‘Estimación de la propiedad óptica de la nube espectral’ (Spectral Cloud Optical Property Estimation en inglés) o ALCANCE.

La iniciativa parte de 2016, cuando la NASA empezó a poner órbita una nueva generación de satélites ambientales operacionales geoestacionarios, la serie GOES-R.

Estos satélites ocupan posiciones fijas sobre la superficie de la Tierra y cada uno está equipado con varios instrumentos sofisticados, incluido el Advanced Baseline Imager o ABI, que puede detectar la radiación que surge de la Tierra en longitudes de onda específicas.

Tres propiedades de las nubes

El método SCOPE estima tres propiedades de las nubes que determinan la cantidad de luz solar que llega a la superficie de la Tierra.

  • La primera, la altura de la cima de la nube, es la altitud correspondiente a la cima de cada nube.
  • La segunda, el grosor de la nube, es simplemente la diferencia de altitud entre la parte superior e inferior de una nube.
  • La tercera propiedad es la profundidad óptica de la nube, una medida de cómo una nube modifica la luz que la atraviesa.

La esencia de las nubes

Como os hemos explicado en otras ocasiones, las nubes son, esencialmente, masas flotantes de agua condensada.

El agua toma múltiples formas como gotas líquidas o cristales de hielo de diferentes tamaños. Estas diferentes formas de agua absorben la luz en diferentes cantidades, afectando la profundidad óptica de una nube.

La cantidad de luz absorbida también depende de la longitud de onda de la luz. La absorción es especialmente variable para la luz en el rango infrarrojo más amplio del espectro, pero no tanto para la luz en el rango visible más estrecho.

¿Qué estima el método SCOPE?

El método SCOPE estima simultáneamente el grosor de la nube, la altura superior y la profundidad óptica mediante el acoplamiento de los datos del sensor ABI de los satélites GOES-R a un modelo atmosférico.

Otras dos entradas al modelo provienen de estaciones meteorológicas terrestres: temperatura ambiente y humedad relativa en el suelo. Estos se utilizan para ajustar los perfiles verticales de temperatura y concentración de gas en el modelo.