El tiempo seguirá inestable en buena parte de España durante los próximos días. En unas comarcas en menor medida, en otras de forma más contundente, las nubes y la lluvia van a estar presentes al menos durante 10 jornadas más.

Ahora que encaramos la recta final de esta Semana Santa tan peculiar, los cofrades y resto de personas que hubieran viajado hacia algún lugar turístico o vacacional ya no tienen la preocupación de mirar al cielo, que seguirá regando de manera pausada, muchas comarcas, para la alegría de los agricultores, ganaderos y de nuestras reservas hidráulicas.

Veamos cómo puede evolucionar la atmósfera durante los próximos días.

Reservas hidráulicas mejorando

La inestabilidad que nos afecta durante las últimas semanas se ha visto reflejada en una mejoría de las reservas hidráulicas.

Y siempre hay que recordar que las reservas subterráneas o la presencia de humedad en las capas más superficiales del suelo, son tan importantes como el estado de nuestros embalses. Este tiempo inestable y nuboso, con pocas horas de sol, a buen seguro, ha mejorado su estado.

Situación actual y Jueves Santo

En estos momentos hay una cierta indefinición en nuestra atmósfera. Los restos de una baja con aires tropicales se adentran en la Ibérica y los chubascos irregulares de los últimos días siguen surgiendo de forma puntual a esta hora.

Mañana, Jueves Santo, se espera que un frente atlántico se desplace de oeste a este, con nubosidad y precipitaciones en el extremo oeste peninsular, que se irán extendiendo durante el día al resto de la mitad oeste de la Península, resto de Andalucía, Estrecho y Melilla.

Además, se formará nubosidad de evolución diurna en montaña del nordeste y de Baleares que, en el sistema Ibérico y Pirineos, probablemente origine chubascos dispersos o incluso alguna tormenta ocasional.

En el resto, el tiempo debe permanecer seco pero con nubes.

Viernes Santo

De nuevo las precipitaciones serán protagonistas en Galicia, Cantábrico, alto Ebro, Meseta, este de Andalucía, Ceuta y Melilla; sobre todo en el Cantábrico y centro norte. De hecho, es posible que sean localmente fuertes o persistentes en la cordillera Cantábrica.

Por la tarde se extenderán también al sistema Ibérico y Pirineos, mientras que tenderán a dispersarse y remitir en el oeste de Galicia y en Andalucía. Mientras que en el resto seguirá seco.

Perspectiva a largo plazo

Si miramos qué ocurrirá a más largo plazo, los modelos invitan al optimismo, aunque habrá zonas, como las Canarias, donde tanta falta hace la lluvia, en la que no esperamos precisamente el tiempo más inestable.

La distribución prevista por GFS de lluvia acumulada para los próximos 10 días nos da una idea de qué zonas deben recibir las mayores precipitaciones, aunque el mapa no se aproxime finalmente a la realidad

Con las lógicas dudas que albergan los pronósticos más lejanos y con la mente puesta en la bajada de su fiabilidad debido a la crisis del coronavirus COVID19, los modelos numéricos nos hablan de la llegada de más borrascas.

La evolución más probable parece la de la bajada de una bolsa de aire frío de origen polar que se ubicará al Oeste de la Ibérica en el arranque de la nueva semana.

Allí, se podría formar una borrasca que, dependiendo de su ubicación, llevaría las lluvias más o menos al Este.

De momento, parece asegurado el tiempo inestable para los próximos días en toda la franja atlántica y el centro peninsular. Y habría menos lluvias hacia el tercio Este, sobre todo si la baja no se acerca mucho a las costas portuguesas o, por ejemplo, si no se forma un centro más potente en el entorno del Cabo de San Vicente.

También, habría que considerar que, si la borrasca se situara hacia el Suroeste, la cornisa cantábrica y Galicia tendrían un tiempo más inestable al entrar vientos del Sur.

Todo ello, lo iremos analizando en nuestro FORO de MODELOS meteorológicos.