2017 fue uno de los tres años más cálidos en el Planeta desde que existen datos. Se ha confirmado lo que se intuía el pasado otoño y según podemos leer en un conjunto de informes realizado por diferentes organismos meteorológicos como la OMM (Organización Meteorológica Mundial), la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos), el UKMO (Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido), el CEPMMP (Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo) y el JMA (Agencia Meteorológica Japonesa) el año recién terminado fue el más cálido desde 1880 sin que estuviera activo el fenómeno climático de El Niño, que suele provocar un aumento de las temperatura global del Planeta.

Concretamente la temperatura media mundial en la superficie de la Tierra durante 2017 superó aproximadamente en 1,1 ºC la de los niveles de la era preindustrial. Mientras que 2016 sigue siendo el más cálido, con 1,2ºC por encima de la media en la era preindustrial.

La tendencia cálida se confirmó un año más

Para la OMM la primera conclusión que se puede sacar de estos registros es que tanto el dato de 2017 como el del trienio 2015-2017, confirman la continuidad del calentamiento global a largo plazo causado principalmente (a su juicio) por el aumento de las concentraciones atmosféricas de los gases que provocan el denominado efecto invernadero.

Desde 1880 los 18 años más cálidos fueron en el siglo XXI

No cabe duda de que la tendencia de la temperatura a largo plazo es mucho más importante que la temperatura de un año en concreto, y esa inercia es claramente al alza. Por ejemplo, de los 18 años más cálidos de los que se tienen datos, 17 han tenido lugar en lo que ha transcurrido de siglo XXI y el grado de calentamiento de los tres últimos años ha sido excepcional.

Como se observa en el siguiente mapa en el que se reflejan las anomalías térmicas durante 2017 respecto a la media 1981-2010, la desviación térmica en el Ártico fue especialmente acusada, lo que como hemos analizado en muchas ocasiones tendrá a buen seguro repercusiones profundas y duraderas en el nivel del mar y en las características meteorológicas de otras partes del mundo.

 

Anomalía térmica llamativa

La temperatura media mundial en 2017 fue superior en aproximadamente 0,46 °C a la media a largo plazo del período 1981-2010 (14,3 °C). Desde hace un par de años, la mayoría de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales utilizan este período de referencia de 30 años para evaluar los promedios y la variabilidad de los principales parámetros climáticos, tales como la temperatura, la precipitación o el viento, que son importantes para los sectores sensibles al clima, como son la gestión del agua, la energía, la agricultura y la salud.

Gases de efecto invernadero, El Niño y La Niña

Además del calentamiento global que se produce como consecuencia del aumento de los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera, el clima también varía naturalmente debido a fenómenos como El Niño, que genera un aumento de la temperatura, y La Niña, que trae aparejado un descenso de la temperatura.

El intenso episodio de El Niño 2015/2016 contribuyó a que se registraran temperaturas sin precedentes en 2016 pero por el contrario, 2017 comenzó con un episodio de La Niña muy débil y terminó con uno débil.

Para los responsables de la OMM, las temperaturas solo cuentan una pequeña parte de la historia y aunque en paralelo a las temperaturas cálidas de 2017 se produjeron fenómenos meteorológicos extremos en muchos países del mundo lugares como los Estados Unidos de América tuvieron que hacer frente al año más costoso en términos de desastres meteorológicos y climáticos, mientras que en otros países se constató un desarrollo más lento o un retroceso del mismo como consecuencia de los ciclones tropicales, las crecidas y las sequías.

Por todo ello, la Organización Meteorológica Mundial publicará en el mes de marzo su Declaración sobre el estado del clima mundial en 2017. Este informe presentará un panorama completo de la variabilidad y las tendencias de temperatura, los fenómenos de fuerte impacto y los indicadores de largo plazo del cambio climático, como las concentraciones en aumento del dióxido de carbono, el hielo marino en el Ártico y en la Antártida, el aumento del nivel del mar y la acidificación de los océanos.

Datos de diferentes organismos meteorológicos oficiales

La Organización Meteorológica Mundial usa conjuntos de datos (basados en datos climatológicos mensuales procedentes de sitios de observación) de la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera (NOAA) de los Estados Unidos, del Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), del Centro Hadley de la Oficina Meteorológica del Reino Unido (UKMO) y de la Unidad de Investigación Climática de la Universidad de East Anglia del Reino Unido.

También utiliza conjuntos de datos de reanálisis del Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo (CEPMMP) y de su Servicio de Cambio Climático del programa Copernicus, así como del Servicio Meteorológico del Japón. Este método combina millones de observaciones meteorológicas y marinas, incluidas las satelitales, con modelos a fin de producir un reanálisis completo de la atmósfera. Gracias a la combinación de observaciones y modelos, se pueden estimar temperaturas en cualquier momento y lugar del globo, incluso en áreas con escasez de datos, como las regiones polares.

¿Cómo se recopila esta información?

La OMM usa tres conjuntos de datos de temperatura en superficie tomados en forma convencional, a saber: el NOAAGlobalTemp, de la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera (NOAA), el HadCRUT.4.6.0.0, del Centro Hadley de la Oficina Meteorológica del Reino Unido y de la Unidad de Investigación Climática y, por último, el GISTEMP del Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales (GISS) de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA).

Esos conjuntos usan mediciones de la temperatura del aire sobre la superficie terrestre y de la temperatura del agua de los océanos para estimar las anomalías de temperatura mundiales. Los reanálisis son el ERA-Interim, del Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo, y el JRA-55, del Servicio Meteorológico del Japón. Pese a que los enfoques de los reanálisis son muy diferentes, las estimaciones de la temperatura media mundial que resultan de ellos concuerdan con los conjuntos de datos convencionales de temperatura en superficie.

Actualmente la OMM usa el período 1981-2010 como referencia para computar las variaciones de temperatura en escales temporales mensuales, estacionales y anuales. Ese período reemplaza al período de referencia 1961-1990 utilizado anteriormente. La OMM también recomienda usar el período 1981-2010 para computar las normales climatológicas estándares a los fines de la vigilancia operativa del clima, ya que ese período es más representativo de las condiciones climáticas actuales.

Ello hace posible la presentación de información coherente de sistemas satelitales y de reanálisis, algunos de los cuales no cuentan con datos que se remonten a 1960, junto con los conjuntos de datos tradicionales procedentes de observaciones en superficie, administrados por los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales de los 191 Estados y Territorios Miembros de la OMM. La temperatura media mundial correspondiente al período 1981-2010 es aproximadamente 0,31±0,02 °C más cálida que la del período 1961-1990. El cambio de base de referencia no ha influido en absoluto en el análisis de tendencias.

La OMM usa el período 1880-1900 como período de referencia para las condiciones preindustriales a fin de que puedan usarse las primeras observaciones instrumentales para estimar la temperatura en tiempos preindustriales.

Información ampliada

  • El comunicado de prensa de la NOAA puede consultarse aquí
  • El comunicado de prensa de la NASA puede consultarse aquí
  • El comunicado de prensa de la UKMO puede consultarse aquí
  • El comunicado de prensa del programa Copernicus del CEPMMP puede consultarse aquí
  • Puede consultarse más información sobre el Servicio Meteorológico del Japón aquí